miércoles, 6 de febrero de 2013

Kicillof, el pasajero

¿Qué decir sobre el incidente Kicillof que no se haya dicho ya? Primero me pregunto para qué Kicillof viaja en Buquebús, al exterior.Cae simpático que un funcionario use el transporte público, pero me parece que, en esta oportunidad, es poner la cabeza para que la corten. En esta novela del bosque del dólar ausente, hay malos y buenos, y Axel es el ogro feo que te quita todo y no te explica por qué ni cómo lo hace. Todos los que viajaban en ese barco, pasaron por transacciones más o menos enquilombadas; porque los que tienen los dólares encanutados y no necesitan cambiar para ir a las playas charrúas, no viajan en Buquebus. No sé, me parece un poco descuidado haberse expuesto a eso. Luego de esta especie de recomendación personal que le hago al señor de las patillas; puedo seguir hablando de cositas que hacen al hecho. Desde ya que no fueron TODOS los pasajeros, fue un grupo, que expresó sus sentires ideológicos más profundos. Todas esas personas, que dicen en el video "se lo merecen, porque ellos incitan a la violencia", ¿saben realmente quién es Axel Kicillof?   Vive con su familia en Villa Urquiza; manda a sus hijos a un jardín tranqui del barrio; asiste a la gran mayoría de actividades escolares, de vaqueros y se sienta en el piso; se movilizan en un coche estandar de 7 u 8 años por lo menos;  usa mocasines horribles y, a veces, sucios; los trajes le quedan mal y le molestan, y se nota... No quiero insinuar que Axel es nuestro Mujica, ni mucho menos, digo todo esto para pensar juntos que lo que molesta a esa gente indignada de Kicillof no es la ostentación, no es un menemista style, sino otra cosa. Los escraches o escarnios públicos nacen en los `90 para iluminar a los genocidas que se escondían tras las sombras impunes del menemismo. En ese sentido eran un intento de justicia popular, más que nada porque no había de la otra. Esto no fue un escrache, fue una bravuconada cobarde de un grupo de caprichosos e intolerantes. Y no escracharon a Axel, escracharon políticas de Estado, medidas políticas. No escracharon a un político chorro, corrupto, vividor, garca y transero; escracharon medidas tomadas por un gobierno democrático que no les gustan, que no les dejan comprar dólares, porque es eso y no otra cosa, no estoy minimizando el tema. Son intolerantes, nacional-narcisistas, y les chupa un huevo todo lo que no tenga que ver con ellos y su culo. ¿Valdrá la pena seguir dándole entidad? No.
DON CHICHO

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